El núcleo de la religión
Freud aborda la religión desde el punto de vista ilustrado (Gómez Sánchez, 2002, pp. 289-305), como hace con el concepto de felicidad, que veremos más adelante. También la aborda desde un enfoque histórico, sociológico y fundamentalmente psicológico. En “Tótem y tabú” (Freud, 1996[1912-1913]); (Gómez Sánchez, 2002, pp. 291-298); (Gómez Sánchez, 1995, p. 15), se interesa por el modo de pensar primitivo, que define como neurótico, y que relaciona con el fundamento de la religión y la organización social, en base a un sentimiento de culpabilidad que surge ante el asesinato primigenio del antepasado, el padre, cuya memoria es venerada posteriormente, al cumplir una serie de normas impuestas por el tótem (Gómez Sánchez, 2002, pp. 291-297). Así pues, Freud afirma que las tribus no tienen instituciones religiosas ni sociales, aunque obedecen al tótem, del que brota sin embargo la idea de Dios (Bueno, 2016, p. 163).
Desde un punto de vista filosófico-materialista, el origen de la religión radica en un elemento tangible, real y físico, es decir, en un elemento externo, no interno, que constituye el núcleo específico de la religión, como se propone en El animal divino (Bueno, 1985, p. 158). Esta propuesta trata de explicar que los humanos primitivos, sobrepasados por la presencia animal, empiezan a elaborar formas de abordar a los temibles animales y de integrarlos en su sistema de creencias. Por tanto, el temor hacia los animales sería el núcleo numinoso 1 del incipiente sentimiento religioso, el referente externo, y positivo de lo que sería el inicio del primer período de la religión, la fase primaria.
1. Gilbert Hottis afirma, a través de un comentario sobre la “existencia real” en Kant, que los noúmenos existen realmente (Gilbert Hottis, 1999, p. 148).
Referencias
GÓMEZ SÁNCHEZ, C.: Freud y su obra. Génesis y constitución de la Teoría Psicoanalítica, Madrid, Biblioteca Nueva, 2002 (3ª ed., 2014)
FREUD, S.: Tótem y Tabú. Madrid: Biblioteca Nueva. 1996 (Freud, 1996[1912-1913]).