El Protocolo de Santa Pola se originó durante las sesiones del primer congreso hispánico, con sede en la localidad de Santa Pola, específicamente en su castillo fortaleza, entre el 6 y el 8 de octubre de 2023. Su objetivo primordial radica en fomentar el análisis de las relaciones interpaíses que componen la Hispanidad, englobando asimismo a la comunidad lusófona. El propósito es articular acciones, actividades y proyectos que profundicen en la investigación del fenómeno hispano y promuevan la colaboración entre los estados hispanohablantes.
En los últimos años, se ha observado un notable cambio en el paisaje sociopolítico de los países hispanohablantes, marcado por el surgimiento de instituciones, asociaciones y movimientos de carácter civil, que abogan por la defensa, promoción y expansión del hispanismo. Este fenómeno se erige como un constructo identitario arraigado en la lengua compartida, el español, enriquecido por una historia y una cultura comunes que han pervivido a lo largo de los siglos.
Estas iniciativas, de raíz ciudadana, se proponen influir en las esferas institucionales, tanto nacionales como internacionales, en aspectos vinculados a la Hispanidad, tales como la salvaguardia del idioma, hablado por una población que supera los seiscientos millones de individuos en todo el mundo, así como la defensa de valores éticos, morales y religiosos inherentes a la cultura hispánica y panibérica. A pesar de la diversidad de asociaciones, grupos y actores individuales involucrados, cada uno con sus propias agendas y metas específicas, comparten el principio de la «responsabilidad común pero diferenciada».
Aquí puedes descargar el Protocolo de Santa Pola completo
https://hispanidadsantapola.com/wp-content/uploads/2023/10/protocolo_Santa-Pola_5_octubre.pdf
Esta amplia diversidad de asociaciones, grupos y personas individuales, cada una desde su perspectiva particular y sin una coordinación previa, están aplicando el principio de la “responsabilidad común pero diferenciada”. Se sienten con la responsabilidad de defender las ideas y principios que detallan en sus estatutos o fundamentos, pero sin interferir en otros movimientos reivindicativos. No obstante, su trabajo aislado y carente de coordinación e incluso de comunicación, imposibilita en muchas ocasiones, implementar acciones más resolutivas.
Por otra parte, el director de cine José Luis López-Linares ha creado el documental «ESPAÑA, la primera globalización», que ha tenido una gran acogida y repercusión a nivel nacional e internacional. Para el director, era necesario que alguien explorara con rigor en el pasado y contara los hechos más singulares que ocurrieron en el mundo del siglo XV al XVIII, cuando se creó la gran aventura común de la Hispanidad, pero contada con datos históricos reales y rigurosos.
En palabras del director “Este documental nace de la necesidad de despertar en los españoles peninsulares y en los españoles de América el interés por conocer nuestra historia de una forma más próxima a la verdad que la que nos han contado y que nosotros mismos reproducimos”. López-Linares ha contado con la participación de 39 historiadores, escritores y expertos de muchos países para poner los hechos en orden y contártelos con sencillez, como Carmen Iglesias, Ricardo García Cárcel, Martín Ríos Saloma, Elvira Roca, Stanley G. Payne, Carlos Martínez Shaw, Pedro Insúa, Fernando García de Cortázar, Luis Ribot, Nigel Townson o Marcelo Gullo, son solo algunos de ellos.
Entre las cosas que te van a contar, hay muchas que te asombrarán, como que llegó más plata americana a China que a Europa. Gracias a la demanda del Imperio Ming, el Real de a ocho (el Dólar Español) se convirtió en la primera moneda internacional. Algo así como el Dólar Americano actual pero a nivel mundial y en el siglo XVI. Increíble pero cierto.
Otro dato es que cuando los ingleses fundaron Harvard, los españoles ya habían creado 10 universidades por todo el continente americano, o por ejemplo, que el verdadero artífice de la conquista de México no fue Hernán Cortés, sino una mujer mexicana, Doña Marina (la Malinche), o que “América nunca fue colonia”.
Es más, México fue durante mucho tiempo la capital del mundo, más rica y próspera que Sevilla o Burgos. Y esto lo tienen que saber los mexicanos. España no colonizó América sino que generó otras “Españas” donde, gracias a las Leyes de Indias, todos los habitantes de los nuevos territorios de la Corona, eran ciudadanos con los mismos derechos que los españoles de la península.
Así, pues, la acción española cambió el mundo entero porque cambió el mundo entero. Teniendo en cuenta que nuestros antepasados crearon con Manila (Filipinas), Méjico y Sevilla, la ruta comercial más duradera que ha existido, lo que promovió casi 250 años de intercambio.
Si bien la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano fue un proyecto con inversión pública y privada, fue éxito comercial, una gran gesta científica que permitió comprobar efectivamente lo que se sabía teóricamente, que la tierra es una esfera que gira sobre sí misma.