El perfil egipcio, icono institucionalizado del cuerpo humano, muestra en las escenas dos enfoques diferentes. En el primero, que se reserva a la elite, detectamos rasgos hieráticos que encapsulan algunas de las primigenias actividades que fueron desarrolladas por el grupo que las registró. Por su parte, el segundo enfoque, va incorporando algunos elementos anatómicos que son utilizados por el artista para expresar movimiento físico. Ésta es una técnica de representación que persigue explicitar la funcionalidad de los personajes trabajadores, en el contexto de las escenas de trabajo. El objetivo de esta comunicación va a ser analizar estos elementos y ver de qué manera operan en las escenas de las tumbas privadas de la Dinastía XVIII.
PALABRAS CLAVE: Figura egipcia, movimiento, hieratismo, técnica, artista egipcio
El perfil egipcio en tanto que grafo temprano del cuerpo humano, experimenta un proceso de institucionalización que es atravesado por la génesis de unas matemáticas y una geometría en proceso de afianzar algunos de sus primeros fundamentos, antes de su formalización en el período griego. Esto promueve un gran desarrollo gráfico general que favorece prácticas figurativas que incorporan progresivamente elementos anatómicos y tridimensionales como los escorzos.
Siguiendo el método iconográfico e histórico, se ha visto que estos aspectos, se circunscriben a la primera capa de significado de la silueta. Se trata de elementos que conectan el perfil de la figura con su referente, el cuerpo humano. El aumento de estas manifestaciones durante la Dinastía XVIII parece indicar que la figura experimenta un proceso de maduración que la independiza del sistema lógico de comunicación escrituraria en el que se halla institucionalizada.
Si bien la representación figurativa egipcia es un tema ya tratado por los especialistas, su proceso gráfico no tiene en la actualidad un lugar claro en la historiografía, salvo por la obra de Groenewegen-Frankfort[1]. Sin embargo, en el Arte y en la Historia del Arte resulta de vital importancia comprender la relación existente entre la representación del cuerpo y su génesis gráfica, también en el ámbito de lo egiptológico. Para analizar estas cuestiones, hemos organizado este estudio en torno a tres líneas argumentales, esto es, la expresividad anatómica de la figura, el origen de la silueta egipcia y el hieratismo bidimensional, en torno a las escenas de treinta y dos tumbas, adscritas a la Dinastía XVIII. Estas tumbas-capilla están ubicadas en las zonas de Sheikh ‘Abd al Qurnah, Deir el-Bahari, Dra Abu el Naga, Khokha, Assassif, Qurnet Mura’i, pero también en las zonas norte y sur de la necrópolis de Amarna, lugar que contiene el arte oficial del período que nos ocupa (tabla 1). La Dinastia XVIII es un periodo cuyo auge artístico es excepcional promovido por un momento económico próspero, que da lugar a escuelas de pintores y escultores con una también excepcional creatividad. A partir del análisis de estas tumbas, se ha prestado atención al modo en que se representa el movimiento en las figuras humanas, en especial estudiando las figuras de clases trabajadores en contraposición a las clases más altas de la sociedad.
En las escenas de las tumbas privadas de Tebas, frente a los personajes de la elite, los trabajadores muestran una mayor expresividad corporal en el desempeño de sus actividades, siendo la acción la clave de su comportamiento. Es el caso de artesanos, agricultores o ganaderos, entre otros. La figura, en este sentido se muestra cada vez más refinada gráficamente[2].
Con el surgimiento del estado egipcio en la fase protodinástica, las necesidades materiales de subsistencia se hicieron permanentes, por lo que pronto aparecen el trabajo, y seguidamente las técnicas implicadas en ese trabajo[3], lo que va conformando una organización humana con capacidad para transformar la realidad en un sistema ordenado y apto para la convivencia estatal. Es lo que Bueno denomina “racionalidad institucional”[4].
Algunas escenas del conjunto de tumbas de la XVIII Dinastía analizadas, como las escenas de trabajo, muestran estos procesos transformadores de la realidad mediante las actividades laborales de los personajes. Los trabajadores actúan sobre la materia siguiendo una lógica de destrucción-transformación que requiere el despliegue de la fuerza física. En las sociedades agrarias, la fuerza humana es el motor principal de su desarrollo, como explica Gordon Childe[5] al introducir el concepto de revolución neolítica, urbana y metalúrgica, o Grimal, al explicar los momentos previos de la fase dinástica[6].
En este sentido, se representan de modo detallado actividades de producción, como por ejemplo los trabajos que tienen lugar en los grandes talleres del templo de Amón, que son observados por el escriba para plasmarlos en las imágenes[7]. Así, en las escenas de las tumbas pueden verse artesanos del cuero, carpinteros, trabajadores del metal, constructores, escultores, carniceros y pescaderos entre otros. En las tumbas tebanas de la Dinastía XVIII (1552-1069 a.C.), como en la de Rekhmire TT 100, se observa cómo el artista analiza la fuerza y como la dosifica a través del desarrollo muscular de las figuras, en el contexto de la manipulación de unas materias primas que se transforman, mediante una variedad de técnicas utilizadas por los personajes[8] (fig. 1).
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[1] Groenewegen-Frankfort 1951(1987).
[2] Como se desprende del trabajo de Vivas 2013 a y b, 2014, 2015, 2016, 2017 a y b.
[3] Martín 2018: 171.
[4] Bueno 2005.
[5] Childe 1994.
[6] Grimal 2004: 27.
[7] Stevenson y Kelly 1998: 143; Yarza 1991: 33; Donadoni 2002: 275; Valdesogo 2011: 93.
[8] Figura de la autora con imágenes de Davies (1943: vol. 2, lám. LI, LVIII, LX, XLVI, XLVI).
Bibliografia
Bueno, G. 2005 “Ensayo sobre una teoría antropológica de las instituciones”, Revista de Filosofía, Ciencias Humanas, Teoría de la Ciencia y de la Cultura, El Basilisco, Segunda época, 37: 3-52. Accesible en http://www.fgbueno.es/bas/pdf2/bas37a.pdf (01/05/2019).
Davies, N. DE G. 1943 The tomb of Rekh-mi-Rē at Thebes, vols. I y II. New York.
Donadoni, S. 2002 El arte egipcio. Madrid.
Gordon, V. 1984 El nacimiento de las civilizaciones orientales. Barcelona.
Grimal, N. 2004 Historia del Antiguo Egipto. Madrid.
Groenewegen-Frankfort, H.A. 1987 (1951) Arrest and Movement: An Essay on Space and Time in the Representational Art of the Ancient Near East. Cambridge (Massachusetts).
Iversen, E. 1975 [1955] Canon and Proportions in Egyptian Art. Warminster.
Martín, L. C. 2018 Filosofía de la técnica y de la tecnología. Oviedo.
Stevenson, W.; Kelly, W. 1998 The Art and Architecture of Ancient Egypt. Connecticut.
Valdesogo, M.R. 2011 El arte egipcio: cómo interpretar y comprender la obra plástica del Antiguo Egipto. Madrid.
Yarza, J. 1991 La pintura del Antiguo Egipto. Madrid.
Vivas, I. 2013a Egipto y el Egeo a comienzos de la XVIII Dinastía: Una visión de sus relaciones, antecedentes e influencia iconográfica. Oxford.
— 2013b “Las pinturas egipcias de Malkata: ¿arte egipcio con sabor minoico? Una nueva perspectiva sobre las pinturas del palacio de Amenofis III y las influencias del Egeo”, Anales de Historia del Arte 23: 125-138, https://doi.org/10.5209/rev_ANHA.2013.v23.41906
— 2014 “Solving Problems and Pleasing Patrons: The Case Study of the Egyptian Artists who decorated the XVIIIth Dynasty Private Theban Tombs”, en: The European Conference on Arts and Humanities 2014: Official Conference Proceedings, Brighton: 17-28.
— 2015 “La iconografía de las “escenas de tributo” de inicios del Reino Nuevo: simbolismo e historicidad”, en: A. Bernabé, J. A. Álvarez-Pedrosa (eds.): Orientalística en tiempos de crisis: actas del VI Congreso Nacional del Centro de estudios del Próximo Oriente, Zaragoza: 353-363.
— 2016 “Egyptian artists in the New Kingdom: Travelling artists and travelling ideas?”, en: J. M. Chyla, J. Dębowska-Ludwin, C. Walsh, K. Rosińska-Balik (eds.): Current Research in Egyptology 2016. Proceedings of the Seventeenth Annual Symposium Jagiellonian University, Krakow: 107-120.
— 2017a “Nuevos enfoques en la investigación del arte egipcio: el artista en su contexto”, en: A. Largacha, I. Vivas (eds.): Egiptología ibérica en 2017. Estudios y nuevas perspectivas, Cuenca: 403-422.
— 2017b “¿Los hombres también lloran? Representaciones masculinas en actitudes de duelo del Reino Nuevo”, en: L. Burgos, A. Largacha, I. Vivas (eds.): Actas del V Congreso Ibérico de Egiptología, Cuenca: 1093-1108.